Imposibilidad de la soledad

Duele cuando te das cuenta de que ya nada es como antes, y de que ya no hay marcha atrás.
Duele ver como se esfuman esos sueños, esos planes lejanos y esas promesas incumplidas, aunque más duele saber que ya nunca se cumplirán.
La imposibilidad de la soledad me debilita, la soledad de saber que ya no estás y que no vas a volver mata, mata por dentro, mientras por fuera sale la sonrisa, la sonrisa de la chica con los ojos tristes y los labios rojos.
El corazón no late pero la vida sigue, cargada de recuerdos y de intentar no recordar aquello que fue y ya no es, ni será.

Tu mirada me hace grande

Llega la Navidad, y con ella el repaso al año, a la gente que sigue, la que se fue, pero sobre todo, a la que ha llegado. Este ha sido un año muy especial en el que la vida me ha regalado algo que nunca podría haber imaginado, me ha tocado la lotería, y no precisamente dinero, y doy las gracias por ello. El dinero nos esclaviza, nos ata, sin embargo el amor nos hace libres y es el mejor regalo que la vida podría dar.
Hoy te doy las gracias a ti, al que ha hecho de mi año el más especial que he vivido, el único que me da fuerzas para seguir cuando todo lo demás me las da para rendirme. Gracias por haber hecho que nunca me rinda, por darme amor cuando todo lo que me falta es amor propio, y sobre todo porque desde que te conocí sé que no estoy sola.
También me toca pedir perdón por todas las veces que te he hecho daño sin darme cuenta, por esas veces que te he arrastrado conmigo a la tristeza y por las pequeñas dudas que a veces me asaltan, y es que cuando algo tan importante llega a tu vida, está en la Naturaleza del ser humano dudar, dudar por miedo, por miedo de perder, pero mi miedo a perderte nunca más me hará dudar, y a partir de ahora siempre me hará cuidarte incluso más que a mi misma, porque que tú estés conmigo es una condición necesaria para quererme a mi, lo que yo quiero es un nosotros.
Asique hoy dejemos que el espíritu navideño nos guíe y que de aquí en adelante seamos aún más nosotros de lo que ya lo somos.
Te amo.


D

Mañana de domingo.
Resaca.
Desorden.
Botella de vodka vacía.
Vasos de chupitos con restos de amores lejanos.
Distancia.
Agua.
Novelas.
Día nublado,
no podía ser de otra manera.

"Somos la entrega y la pasión"

Reparas mis ruinas,
restauras mi alma,
como un viejo monumento
que un día fue bonito,
llegas para hacerlo bonito de nuevo.

Tú sabes cómo hacer
que mis ruinas vuelvan a brillar,
que mis sombras
alumbren más que el propio Sol.

Tú me has hecho resurgir,
como un Ave Fénix resurge de sus cenizas.
Como aquel que se cree sin alma,
que se cree sin amor,
hasta que llega alguien
que le demuestra lo contrario.

Aquella soy yo.

Alguien eres tú.

Nosotros somos la entrega y la pasión,

que nos harán eternidad.

El escondite

Te escondes entre las letras de mi “te quiero”,
entre los versos de mi poesía,
en el nombre de mi felicidad, que se llama como tú.

Yo me escondo entre tus besos y tus caricias,
y entre tus miradas, que sin hablar,
me dicen “te quiero”.

Jugamos como niños a escondernos entre nuestras risas,
y entre nuestras manos entrelazadas,
en ese juego del escondite que nos lleva de nuevo a la infancia.

Sabemos que la mejor parte del juego,
es el momento de encontrarnos,
de encontrarme entre tus brazos,
y de perderme del mundo,
de escondernos de todos

menos de nosotros.

Querer es encontrar

Dejar las cosas claras,
saber a qué te enfrentas,
no dejar ir a lo que quieres,
dejar pasar lo que no quieres.

Querer a quien te quiere,
amar a quien te busca,
pero más a quien te encuentra;
porque quien te busca porque te quiere
te encuentra;
siempre te encuentra.


'A tu lado creo en los finales felices'

Cuando tus manos entrelazan con las mías,
cuando llegas justo antes de la tormenta para protegerme
o cuando sales a buscarme para no dejarme ir.

Cuando me buscas y no me encuentras,
porque yo me estoy escondiendo de ti
por el miedo que me da quererte y después perderte.

Porque si te pierdo llegará la tormenta
en la que tú ya no estarás para protegerme
de los fuertes truenos que provocarían mis llantos.

Que cuando tú me besas todo fluye
nada influye.

Que cuando pienso en el futuro
me asusta si no me veo contigo,
porque a tu lado creo en los finales felices,
y me siento como la musa de Neruda.

Porque cuando te miro mis ojos se atragantan,
y mis manos se pelean por cuál cogerás antes.
Por lo que siente mi corazón que late atropellado
cuando me dices que me quieres y siento que es verdad.

Y sobre todo, porque desde que tú me inspiras
no he vuelto a escribir nada triste,
has traído la alegría a mi vida.


Gracias por hacer de mi mundo un lugar más amable.

Seas mi suerte o mi destino

Suerte la mía de encontrarte;
suerte la mía de tenerte;
suerte de haber dejado el pasado atrás
por ti,
sólo por ti.
Suerte de haber empezado 
un futuro contigo.
Quizás no sea suerte,
y sea el destino;
pero, ¡qué suerte tenerte como destino!
Este poema
lleva tu nombre;
el nombre de la suerte;
el nombre del destino;
el nombre de los mejores abrazos,
de los mejores besos,
de los mejores momentos.
El nombre de la bienvenida,
tras la cual no quiero despedida.
Por darme tanto
en tan poco tiempo,
doy gracias a la suerte
o al destino
o a quien te pusiera en mi camino,
por endulzarme la vida.
Gracias por ser mi compañero  y mi guía,
gracias por compartir tu vida conmigo.
PD: te quiero

"Si es así, que sea para siempre"

Parece que la soledad mata,
que no se sobrevive a ella,
que nunca acaba.
Hasta que  llega alguien,
ese alguien 
que te rompe los esquemas,
que te cambia todos los planes.
Y eso hiciste,
llegaste sin avisar,
entraste sin llamar,
y te quedaste.
Ahora no quiero que te vayas,
porque eres mi hombro y mi hombre
y ya no quiero otro hombro
ni otro hombre,
ni otros besos,
ni risas si no son contigo.
Porque me gustas
y contigo me gusto.
Complicidad es la palabra,
cómplices somos,
y no me cansaré de decirlo
que si es asi,
que sea para siempre.

Nuevos comienzos

¿Cuántas canciones hablan de volver a empezar?
¿Cuántas de empezar de cero?
¿Cuántas de nuevos comienzos?
Incontables,
porque la vida está hecha de eso,
de nuevos comienzos,
de nuevas oportunidades.
Siempre pensamos en los finales,
nunca en los principios,
siempre en la tristeza,
nunca
en que la alegría del principio la compensa.
Y este no es un poema normal,
un poema triste
que habla de un final.
Hoy escribo sobre los comienzos, 
sobre esos primeros besos
en los que crees
que se te enciende el alma,
De esa sensación
de que puedes con el mundo,
que nada te puede,
que nada os puede.
Ojalá vivir siempre así,
con esa ilusión,
con esas ganas de vivir.
Los comienzos en las relaciones
son como la niñez en la vida.
No falta la felicidad,
no faltan las ganas.
Hoy brindo por ello,
por los nuevos comienzos,
por tener siempre el alma encendida.